El amor en los signos

Los signos zodiacales, ante todo son dobles; por ejemplo "caballo de piscis". Se deben sumar el animal chino y el signo occidental. Esto es lo fundamental, digamos. Las otras cosas (ascendentes, metal, etcétera) son tonterías en comparación con estas. Esto es "el plato fuerte".

Si, lo digo yo nomás... pero no importa: es así. Hoy por hoy soy el Colón de la Astrología... ya lo verán. En fin... simplifiquemos un poco. Olvidémonos del animal chino por ahora. Centrémonos tan sólo en el signo zodiacal occidental... por ejemplo piscis, virgo.

¿Qué es el signo; qué significa; para qué? Es prácticamente como el cuerpo: un sustrato, algo que está ahí, como un útil. Como una base. A partir de allí construirás una vida mucho más rica. Quiero decir: no -eres- piscis, virgo, capricornio, etcétera.

El amor es... una combinación. De bases, por supuesto. Pero faltará evaluar un montón de cosas. Qué hicieron con esas bases, como para empezar. Es decir la propia psiquis. Es decir el entorno social. Es decir una posible espiritualidad.

Claro que conviene, al menos en mi humilde opinión, tener esas bases. A mí me conviene, si puedo elegir, que sea virgo. Espero una virginiana hace mucho. O una capricorniana, sería lindo también. Pero es una base... no mucho más.

Es como decir: "es lind@". Un trasfondo digamos. Pero sobre ese trasfondo habrá mucho más. ¡La entera persona! Lo que hizo o dejó de hacer con ese signo, por ejemplo. Su psiquis, cultura, "roce", espiritualidad... un sinfín de otras cosas.

Por ejemplo tú puedes ser muy espiritual. Entonces si eres de cáncer, buscar sí o sí capricornio como contención espiritual máxima. Si en cambio eres más bien sensual, buscarás a sagitario. Y en todo esto sin siquiera percatarte. Es decir: vamos todo junto.

Todo junto, porque somos un conjunto y así nos conocemos mutuamente. Somos combos, y en eso nos percibimos y hasta "olemos". Hay "aromas" que tienen que ver con lo biológico, y "aromas" que más bien con lo psico-socio-espiritual. Y bueno... con lo astrológico también.

Cada ser es tan amplio que
junto con otro hace dos universos.